Cake Pops, no hay que tenerles miedo.

Pues hace un par de semanas por fin me decidí con estos curiosos dulces que tan de moda se están poniendo. En Navidad me regalaron el libro "Bizcoletas"  de Clare O´Conell, y siguiendo la receta al pié de la letra no he tenido ningún problema en la elaboración de los cake pops, bizcoletas o bizcobolas (como más os guste llamarlos).

Lo primero que hay que preparar es el bizcocho, y mucho mejor si lo hacemos de un día para otro.

INGREDIENTES:

• 125gr de mantequilla a temperatura ambiente.
• 125gr de azúcar glass.
• 2 huevos medianos.
• 125gr de harina con levadura.
• 2 cucharadas de caco en polvo, yo utilicé Valor.

PREPARACIÓN:

Precalentamos el horno a 160ºC.
Batimos la mantequilla y el azúcar a veleocidad media hasta que consigamos una mezcla blanca y esponjosa. Añadir los huevos uno a uno, no incorporar el siguiente hasta que no se haya incorporado completamente el anterior.
Ahora hay que ir añadiendo poco a poco la harina y el cacao que previamente habremos tamizado. Seguir batiendo hasta que consigamos una mezcla homogénea.
Encamisamos el molde o lo rociamos con spray antiadherente, vertemos la masa en el molde y la introducimos en el horno durante 30 minutos. Comprobamos que está bien horneada con una brocheta, si sale sucia lo dejamos en el horno 5 minutos más y volveremos a comprobar. Cuando la brocheta salga limpia el bizcocho estará hecho.
Dejaremos enfriar el bizcocho en el molde durante media horita, después lo desmoldamos sobre una rejilla y lo dejamos enfriar completamente. Cuando esté frío lo envolvemos en papel film y lo dejamos reposar 24 horas.

Pues ahora toca hacer las bolas. Monento en el que os pueden ayudar los peques de la casa, se lo pasarán en grande.

INGREDIENTES:

• El bizcocho frío.
• 70gr de queso crema.
• 150gr de azúcar glass tamizada.

PREPARACIÓN:

Desmigamos el bizcocho completamente, lo podemos hacer a mano o con un robot de cocina, y lo reservamos en un bol. Mezclamos el queso crema con el azúcar glass hasta que queden bien unidos, mejor si lo hacéis con un robot de cocina o barillas eléctricas.
Con las manos mezclamos el bizcocho desmigado con el queso hasta que consigamos una masa esponjosa.
Pesamos porciones de 20gr de masa, hacemos las bolas y las reservamos en un plato. En el libro hace bolas de 30gr, pero a mi me parecieron demasiado grandes, así que decidí hacerlas más pequeñitas. Cuando tengamos todas las bolas hechas(os saldrán unas 30) las dejamos enfriar en el frigorífico unas cuantas horas. Pero si vais justas de tiempo, como fué mi caso, las podéis meter en el congelador durante 10-15 minutos, pero no más; queremos que las bolas de bizcocho se endurezcan pero no las queremos como piedras.

Y ahora toca transformar una bola de bizcocho en un fabuloso cake pop.

INGREDIENTES:

• Nuestras bolas de bizcocho.
• 400gr de Candy Melts del color que os guste, en mi caso fué verde.
• 1 cucharada de aceite vegetal, yo usé de girasol.
• Confites varios para la decoración.
• 30 palitos de piruleta o brochetas de toda la vida.

PREPARACIÓN:

Ponemos en un bol los Candi Melts y los derretimos en el microondas a temperatura media durante unos dos minutos. Sacar el bol cada 30 seg y remover bien el liquido asegurándonos de que se derriten, pero sin quemarse.
Cuando tengamos los Candy Melts derretidos sumergimos 1cm de una brocheta y lo insertamos en una bola de bizcocho endurecida. Repetimos la acción con el resto de bolas.
Si notamos que el líquido se espesa lo podemos aligerar con una cucharada de aceite vegetal o metiéndolo unos pocos segundos en el microondas.
Sujetamos por el extremo de la brocheta y sumergimos cada cake pop en los Candy Melts fundidos hasta cubrirlos por completo. Para retirar el exceso de líquido sacuimos el cake pop con MUCHO CUIDADO. 
Si los queremos decorar con confetis de colores hay que hacerlo antes de que la cobertura se seque, una vez seca no se pegarán, lo digo por experiencia. Y para que se sequen del todo insertaremos las brochetas en un bloque de poliestireno.

Y ya tendréis listos unos estupendos cake pops. La verdad es que dan un poquito de trabajo, pero merece la pena. Están tan buenos, y son tannnnnnn bonitos.

Ester.